Jet lag

Hola, personas humanas (y animales en general que sepan leer), ya estamos en casita, la vuelta genial, todo muy bien. Es algo tarde y la verdad es que me apetece descansar porque mañana toca volver a la rutina, así que no me voy a enrollar. Me ha encantado poder leer los posts de los compis de curro (gràcies, companys!). No hay mucha gente que postee comentarios, pero cada día hay más gente que lee mi blog (casi 10 visitas diarias).

El sábado escribí un post desde el PocketBlogger, pero la PDA me dio algunos problemillas y no lo pude postear. Hasta que no me decida a explicar todo el viaje con pelos y detalles, disfrutad de este post que debía haberse subido el sábado. Gracias a todos por estar ahí, incluso en la distancia.

SÁBADO 27 DE MAYO DE 2006

Tercer día en Ámsterdam y bichito y yo hemos visto más cosas de las que pensábamos. El viaje fue muy bien, pero como colofón los de Transavia podrían hablar en español... Any problem, hablo inglés (puñeteros).
Una vez llegados a la ciudad e instalados en el hotel fuimos a recorrer la ciudad. El sistema de transportes es buenísimo, hay tranvías por todas partes, la frecuencia de paso es espectacular y es un medio muy rápido para desplazarse. Mucha gente utiliza las bicicletas para moverse por la ciudad, todas las calles tienen carril bici y hay que cederles el paso; vamos, que se creen más chulos que un taxista de Barcelona (con todos mis respetos para el gremio).
La gente es muy amable y eso hace que te sientas casi como en casa. Tratan a los turistas bastante bien en general.
El tiempo es una M pinchada en un palo, en 3 días casi no hemos visto el sol, pero para eso ya lo tenemos casi todo el año in Spain.
El problema de ser una ciudad tan turística es que hay que hacer cola para casi todo: estuvimos casi una hora y media para entrar al museo Van Gogh, otra hora para entrar a la casa de Anna Frank y otra para entrar al Rikjsmuseum (en el de Van Gogh casi habían avalanchas para entrar).
Anoche bichito y yo nos dimos un paseo de 2 horas en barco por los canales con una tabla de quesos y botella de vino incluídas. Los precios no son del todo caros; más o menos como en Spain (nos ha subido tanto el precio de la vida que en eso sí que somos europeos).

Weno, gentucilla, esta es la crónica express escrita desde la PDA. No sé si podremos postear más, puesto que en Ámsterdam hay muchísimas wifi, pero casi todas son de pago (esto ya lo explicaré en otro post). Cuidaos mucho, que nosotros ya lo hacemos.