Consejos para ir de viaje (primera parte)

Con las neuronas más descansadas y con el poco tiempo que me queda (a ver si lo sabeis valorar, canallas, que voy de culo pero aún tengo tiempo para escribir locuras) me he propuesto dar un repaso de los preparativos de viaje. Imagino que muchos de vosotros habreis viajado, pero nunca está de más que el tito Josep dé unos pocos consejos sobre qué se puede llevar de viaje.

1. La documentación. Sí, de acuerdo, pero repásala bien. DNI (para Europa) y Pasaporte (resto del mundo), billetes de avión, reserva de hotel, seguro de viaje, reserva de coche de alquiler, teléfonos del hotel, de emergencia y de familiares. No sería raro llegar al mostrador de facturación sin los billetes (¡putada!). Importante también llevar una Visa o MasterCard (con crédito, a poder ser), las vacunas correspondientes (por si viajais a países tropicales) y la Tarjeta Sanitaria Europea (que os la podeis sacar en cualquier oficina de la Seguridad Social); te la hacen al momento, es gratis y válida para un año.

2. Lo más básico: ropa interior. Pensareis "juer, nen, has descubierto América". Pues no; me refiero a poder llevar una muda de ropa interior en la bolsa de mano. En los aeropuertos las maletas se pueden perder o retrasar y la compañía te puede dejar con el culo al aire. Para evitar eso, tápatelo llevando al menos una muda de ropa interior en la mochila que no facturais.

3. La cámara de fotos (pilas, tarjeta de memoria o carrete, etc.). Es muy importante guardar recuerdos de todo lo que has hecho. Alguien dijo una vez: lo mejor de haberte montado un trío no es haberlo hecho, sino contárselo a los amigos. Pues en esto, lo mismo. ¿De qué leches sirve viajar si luego no puedes explicar qué has visto o qué has hecho? Esto también tiene otra utilidad que es poner las fotos del último viaje cuando estés muy estresado en el curro. Te vendrán ganas de empezar un proyecto nuevo y empezar a preparar el próximo viajecito.

4. Un ladrón o enchufe múltiple. ¿Para qué? Pues porque hoy en día viajamos con un montón de pijadas; que si hay que cargar las baterías de la cámara de fotos, la videocámara, enchufar el portátil, poner el móvil a cargar, el secador de pelo, etc.

5. Toallitas de bebé (aunque no se viaje con bebés). ¿Para qué? (estais haciendo muchas preguntas, ¿no? Tranquilidad, que lo explico enseguida). Bien, estas toallitas tienen utilidades múltiples (limpiarse las manos si no hay agua, limpiar la pantalla del portátil, etc.). La utilidad más clara que tiene para mí es que hagan la función para las que fueron diseñadas: limpiarse el ras. Por ejemplo: te entra un apretón y tienes que ir al lavabo de un bar. El único bar que tienes disponible es una taberna de vikingos grandes, barbudos y guarros hasta decir basta. El lavabo, como podrás imaginar no será de Porcelanosa precisamente. A esto súmale que no hay papel. ¿Solución? Toallitas Dodot. (Señores de Dodot, les vendo esta idea como posible futuro spot publicitario. Encontrarán mis datos de contacto al final de este blog).

De todas maneras el papel higiénico no es igual en todos los sitios. En las zonas turísticas suelen ahorrar mucho porque están hasta el gorro de que los turistas entren a mear y a cagar, así que lo más probable es que ese papel doble capa, suave y perfumado esté a unos cuantos miles de kilómetros de su servicio. Recuerdo en mi viaje a Moscú que el papel del lavabo era duro como una piedra. En este caso, toallitas (a no ser que te quieras lijar las almorranas, que en este caso, te recomiendo que uses el que muy amablemente te ha servido el hotel).

Más consejos de viaje en una próxima entrega. Espero ansioso vuestros comentarios.