Simplemente ella

Weno, weno, weno (léase rollo Jesús Puente); seguimos por aquí una vez superada una semana en la que ha habido un poco de todo, pero que no ha podido acabar de mejor manera, que es compartiendo gran parte del fin de semana con bichito.

¿Y por qué no dedicarle un post? Al fin y al cabo siempre lee mis notas, me da su opinión y nunca me juzga, no hay día que pase en el que no entre para ver si he añadido algo nuevo, aunque sólo escriba de tanto en tanto.
Ella es especial, me hace sentir especial, que soy una parte muy importante para ella y ella lo es para mí. Bichito es una persona que se entrega en cuerpo y alma, a veces demasiado exigente, pero va con su forma de ser. Es trabajadora y le gustan las cosas bien hechas (aunque a veces eso no sea compatible con mis desastres puntuales) pero por amor lo perdona todo. Es luchadora, no se rinde, perspicaz, consigue lo que quiere y persigue sus sueños a pesar de las adversidades. Cuida lo que quiere porque valora lo que tiene, me cuida como nadie. Es mi enfermera particular, mi reflexoterapeuta, mi amiga, mi pareja, mi confidente, mi sol en los días nublados, mi luz en la oscuridad y mi aliento cuando estoy exhausto.

Cada mañana, cuando llega de trabajar, por muy cansada que esté, siempre tiene 5 minutos para escribirle un e-mail a su nino, para darle ánimos, para explicarle cómo se encuentra, qué le ocurre, qué piensa y qué le ha pasado en su día a día. Bichito es alguien especial para mí, esa persona que me ha enseñado a luchar a pesar de que parezca que el mundo se hunde, esa persona con la que nos fundimos siendo una misma persona y donde el mundo acaba en el borde del colchón...

Para ti, bichito, este post, sabes que este desastre está loco por ti, por seguir a tu lado. Cuento cada día sin ti como si fuera una eternidad, esperando que llegue el momento en el que nos podemos ver, cual presidiario que marca en la pared las rallas, esperando el día de su libertad.

Te quiero con locura.

Josep